Comentario
Los acontecimientos de la crisis del 68-69 y el modelo de transmisión del poder imperial, inaugurado por Vespasiano contando con miembros de la propia familia, sirvieron de experiencia para aplicar ahora una fórmula de sucesión estable.
Cortada la línea flavia con el asesinato de Domiciano, quien había cometido el error de no asociar a nadie a su gobierno, se crea pronto un nuevo modelo basado en la adopción. Nerva (96-98) adopta a Trajano (98-117) el año 97 y Adriano (117-138), adoptado a su vez por Trajano, tomó igualmente la previsión de adoptar, poco antes de morir, al emperador siguiente, Antonino Pío (138-161), a quien obligaba a tomar en adopción a Marco Aurelio (161-180) y a su hijo Cómodo (180-192). La adopción producía análogos efectos a la asociación al poder empleada por los Flavios en cuanto que equivalía a un anuncio público del sucesor, frecuentemente consensuado en el consejo privado de cada emperador. Indica igualmente la autoridad del poder imperial. Pero permitía hacer una aplicación más correcta del principio de elegir a los mejores aunque no pertenecieran a la misma familia. El sistema tuvo validez durante un siglo y contribuyó a evitar crisis sucesorias.